Hacer un análisis de un altavoz siempre es bastante complicado, sobre todo porque debes explicar cómo es en realidad la calidad del producto. Aún así, lo que hacemos es probarlo bajo todas esas circunstancias para las que se ha creado, porque hoy en Techdroy vamos a contarte cómo es el altavoz Sonos Roam.
Y es que el Sonos Roam es el altavoz que ha venido a darle la versatilidad que la compañía necesitaba, tener un producto destinado para el mercado de masas. O para quienes, como a mí, nos gusta disfrutar del buen sonido allá donde vayamos.
Es cierto que tenemos también bajo la misma cartera de productos el Sonos Move. Aunque este último quiera ser un altavoz versátil, lo cierto es que el Roam de Sonos es una pieza muy necesaria si no quieres tener un altavoz perpetuo en un lugar concreto.
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Ficha técnica del Sonos Roam
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Robustez y honestidad es lo que inspira el diseño del Sonos Roam
Sonos ha pensado hasta el último detalle a la hora de diseñar y fabricar al Roam. Nos encontramos con un diseño cilíndrico pero con bases triangulares de picos redondeados. Estos picos redondeados acompañan al diseño cilíndrico a la hora de poder hacer la terminación de la malla que expulsa el sonido hacia el exterior.
La malla no es 360, pero sí gira alrededor del Sonos Roam en 180 grados. Esto hace que el sonido se expulse hacia la persona, pero que a la vez pueda sentir una sensación de audio envolvente. Aunque cabe mencionar que en la propia malla se puede colar suciedad cuando hay polvo o arena de por medio.
Afortunadamente, el dispositivo cuenta con tecnología que le protege contra el polvo. Aunque en una jornada de playa de arena gaditana, esa que es tan fina y sobre la que tan ‘agustito’ se está tumbado, se ha querido venir de recuerdo en la malla del Sonos Roam.
Bases de goma que albergan distintas funciones
Las bases triangulares, pero de picos redondeados, del Sonos Roam hace que podamos tener dos lugares interactivos. Por un lado, en la base superior nos encontramos una botonera mecánica clásica incrustada dentro de la misma goma en la que la base está construida.
También contamos con un espacio dedicado para un indicador LED, el cual nos avisará cuando el asistente elegido para el Sonos Roam está activado y escuchándonos, ya sea Alexa o Google Assistant, y cuando hemos decidido cancelar el audio del micrófono. Micrófono que, por cierto, se encuentra oculto.
En la base inferior del Sonos Roam nos encontramos la base de carga inalámbrica. Además, dicha base está imantada para que cuando utilicemos el cargador inalámbrico propietario, por mucho que lo movamos, la base se quedará pegada.
Una botonera muy sutil a la que debemos acostumbrarnos
Mientras que otros altavoces cuentan con una botonera muy clara y fácil de pulsar, en Sonos siempre nos acostumbran a querer que nuestras sensaciones a la hora de interactuar con el altavoz sean completamente distintas. Por un lado, porque Sonos apuesta por la Inteligencia Artificial para el control de sus altavoces, y por el otro, sus botones físicos siempre son extremadamente suaves.
En la base superior del Sonos Roam nos encontramos un botón dedicado para encender o apagar al asistente seleccionado. De la misma manera, nos encontramos, justo debajo, el botón de Play y Pause, al cual le acompaña a derecha y a izquierda dos botones dedicados para subir y bajar el volumen.
Aún así, la botonera cuenta con múltiples funciones en el botón central de Play/Pause. Y es que, cuando tenemos conectado el Sonos Roam por Bluetooth, o está reproduciendo música a través de AirPlay 2 o del propio asistente, si pulsamos dos veces el botón, pasará a la siguiente canción. En caso de querer retroceder, tan solo deberás pulsar el botón, entonces, tres veces.
Y, el último botón físico con el que cuenta el Sonos Roam es otro botón multifunción en su parte trasera. Lo cierto de este botón es que está en un lugar poco accesible. Se encuentra en zona posterior, en uno de los vértices y a una altura desajustada para que sea el botón de encendido y de apagado, entre otras acciones.
De la misma manera que sucede con el resto de botones, éste tiene una sensación compleja en el dedo. Es muy blando y no da demasiado feedback. Con un toque, encenderemos el dispositivo. Con un toque algo más prolongado, encenderemos el Bluetooth y si lo mantenemos medio segundo más, activaremos la búsqueda de dispositivos para emparejar.
Para apagar el Sonos Roam deberemos mantener pulsado el botón trasero multifunción durante al menos 6 segundos, hasta que escuchemos un sonido distintivo. El encendido de la función Bluetooth también cuenta con otro sonido distintivo para este motivo.
Minimalimo para el resto del diseño
Minimalista es en realidad el altavoz en su diseño completo, porque al final la botonera se encuentra tan sumamente bien integrada en el dispositivo que parece toda una pieza completa.
Aún así, tenemos un segundo indicador LED en su parte frontal. Éste nos indicará en color blanco cuando estamos usando al Sonos Roam a través del asistente (pidiéndole la música y reproduciéndola a través de una conexión WiFi en una plataforma de streaming), a través de AirPlay 2 utilizando un dispositivo de Apple o a través de la propia aplicación Sonos.
En caso de estar utilizando el Sonos Roam a través de Bluetooth, el indicador LED se pondrá de color azul y éste parpadeará cuando estemos buscando un dispositivo nuevo al que emparejarlo. Se volverá de color naranja cuando esté bajo de batería y mientras lo estemos cargando.
Al indicador le acompaña la serigrafía del logotipo palíndromo de la marca. Y es que da igual en qué posición pongas al Roam, siempre se podrá leer SONOS. Igual de reversible es el logo que el USB tipo C con el que cuenta el Sonos Roam para recargar su batería de manera tradicional.
Evidentemente, el Sonos Roam cuenta con unas patitas de goma en su parte inferior cuando lo tenemos en modo horizontal, para que no toque de manera directa la superficie de apoyo y así no tengamos ningún tipo de interferencia sonora; además de ayudar a que el dispositivo no se resbale.
El verdadero altavoz versátil de Sonos es el Roam
Pese a que meses antes la compañía decidiese lanzar su primer altavoz integrado con Bluetooth, y así dejar que los usuarios de Android pudieran disfrutar de los productos de la compañía, el Sonos Roam se ha llevado todas las miradas de aquellos que quieren un altavoz de calidad pero que se pueda llevar con comodidad a cualquier sitio.
Y Sonos sabía que este producto era necesario para la marca. Por ello creó un altavoz de altísima calidad con poco más de 400 gramos de peso. Y sí, el Sonos Roam pesa más que otros altavoces con diseños similares pero la robustez unida a la calidad de este altavoz, pocos se les acerca.
Como hemos mencionado anteriormente, cuenta con protección IP67 para poder resistir al polvo y a la inmersión de un metro de agua durante 30 minutos; es lo que sella al Sonos Roam por dentro para evitar las inclemencias del exterior. Esto hace que sea el compañero de batallas para quienes nos guste llevar nuestra música a la calle, a la playa, a pasar un día comiendo en la montaña con nuestros seres queridos…
Sobre todo porque este altavoz cuenta con una batería declarada de 18 Wh, que da hasta 10 horas de uso teórico. Lo normal es que la batería ronde entre las 6 y las 8 horas de batería, utilizándolo a través de Bluetooth, o del resto de medios, y a unos volúmenes normales de uso.
El Sonos Roam se controla por múltiples accesos
Lo que hace diferente a Sonos es que ha creado su propio ecosistema para poder unificar todos sus altavoces. Desde la aplicación de Sonos podremos crear grupos de altavoces, en caso de contar con más de uno de la marca, configurarlos, ecualizarlos y lanzar música de manera directa desde la misma.
En la misma aplicación, donde podemos tener todos los parámetros de los diferentes altavoces que tengamos de Sonos, también podremos decidir qué asistente inteligente queremos utilizar con, en este caso, el Sonos Roam.
Tenemos la posibilidad de utilizar este altavoz inteligente a través de los dos asistentes virtuales más conocidos del panorama tecnológico. Tenemos la posibilidad de vincularlo a través de Google Assistant y a través de Alexa de Amazon. Sin embargo, Siri de Apple no se encuentra disponible a pesar de la alta integración con la marca.
En mi caso, al tener toda la gestión de la domótica con Alexa, esta ha sido la ayudante virtual que he tenido configurada en el Sonos Roam. Y, teniendo en cuenta que en mi vida diaria utilizo el Amazon Echo Plus 2ª Generación, con Alexa en el Sonos Roam no he notado ninguna diferencia de calidad de asistente ni de funciones por ser un dispositivo externo a Amazon.
El Bluetooth le ha dado la vida al Sonos Roam
Cuando hemos analizado otros dispositivos de la marca, como el Sonos One y la barra de sonido Sonos Beam, siempre dábamos el mismo punto negativo. Y es que el resto de la marca no cuenta con tecnología Bluetooth, algo que se vuelve indispensable para quienes no cuenten con un dispositivo Apple que pueda lanzar la música a través de AirPlay 2.
Esto ha hecho que la versatilidad del Sonos Roam sea excelsa, en conjunto a su protección IP67. Ahora, cualquier dispositivo es capaz de conectarse al altavoz, sea un smartphone o una tablet Android, un ordenador con Windows o cualquier otro dispositivo que cuente con Bluetooth.
Agudos y graves perfectos para un altavoz de este estilo
El Sonos Roam se ha construido con dos amplificadores digitales de clase H y un tweeter para poder tener un sonido más espectacular en altas frecuencias. Además, cuenta con un altavoz medio para que cuando usemos el altavoz en reproducción de voces, las mismas se escuchen con una claridad que ahora comentaremos.
Por lo general, las marcas se dirigen a un tipo de público. Los fabricantes de altavoces inalámbricos suelen tener una clara devoción por un tipo de sonido u otro. Lo vemos bastante claro en altavoces de la competencia como pueden ser los altavoces JBL que suelen inclinarse más hacia los graves.
En el caso de Sonos, la experiencia de audio que nos quieren transmitir es tener una clara experiencia nítida y de una calidad excelente. En las frecuencias más altas, donde podemos estar escuchando música con altos agudos o disfrutando de una película donde el diálogo se hace necesario, el Sonos Roam lo clava a la perfección.
Y es bastante complicado que altavoces que inclinen tanto la balanza a frecuencias altas no peque de tener un sonido metálico y que acabe distorsionando. En este Sonos Roam, si quieres escuchar un diálogo con el altavoz, tendrás una muy buena experiencia.
Los graves se unen para cerrar el círculo del Sonos Roam
Quizás para quienes les encante que los graves reboten en el tímpano, justo el Sonos Roam no sea, a priori, su elección. Decimos a priori porque en realidad, el Sonos Roam se puede ecualizar a través de la aplicación Sonos. Y es que tanto los graves con los agudos se entrelazan para que la claridad del sonido sea la que tiene que ser en cada momento.
Esto sobre todo lo podemos notar al reproducir canciones de rock o r&b… donde los agudos de las voces y los graves insertados por los instrumentos hacen que el altavoz tenga que sacar su mejor versión. Y así lo hace, lo cierto es que para el tamaño que tiene y toda la tecnología que tiene, lo hace muy bien.
Podría decir que a mí el sonido me ha recordado al de los vehículos de combustión con motor atmosférico. A bajas frecuencias –o revoluciones–, el Sonos Roam no destaca mucho. A medida que vamos subiéndole el volumen, va enseñando lo que sabe hacer.
Podríamos decir que Sonos es la Apple de los altavoces
Cuando pensamos en una familia de producto –ordenadores, tablets, smartphones, smartwatches, etc–, siempre se nos viene a la cabeza aquellas marcas referentes en ese sector. Sobre todo, suele suceder cuando una compañía comienza a saber instaurar la tecnología que ya todos conocemos y que nos facilita la vida en productos que tienen un sentido en el uso diario.
Uso diario como puede ser el de un altavoz al que han decidido incorporar un sistema operativo propio con el cual se interactúa a través de la aplicación, un chip Quad Core denominado como S2, un asistente virtual y un sinfín de tecnologías para que el sonido salga aún mejor.
Porque, por mucho que tengamos un gran hardware, de nada serviría si el software que lo acompaña no fuese el necesario. Otro ejemplo de ello es que puedes configurar la calidad de sonido ayudándote de tu iPhone para captar el tamaño de la habitación y su sonoridad para reajustar al Sonos Roam en el mejor sonido posible.
Esta tecnología, que han denominado como Trueplay, sólo puede configurarse a través de un dispositivo iOS. Es por ello que la tecnología de Sonos no solo nos recuerda a Apple por su hermeticidad, sino que incluso tienen tecnologías propias y que mejoran el dispositivo si tienes otro de la compañía de la manzana.
Funciona muy bien, cuando sabes utilizarlo
La primera vez que probé un dispositivo de la marca, lo cierto es que no sabía bien cómo funcionaban. Sobre todo, porque estos altavoces utilizan un sistema operativo propio que debe ser configurado en su totalidad a través de la aplicación de la marca. Algo que no es muy normal verlo en altavoces bluetooth destinado para las masas.
Además, la utilización de botonera multifunción debería estar mejor indicada. Sí que es cierto que en el manual de usuario y la propia aplicación hace un tour explicativo para conocer el dispositivo. Algo que se agradece bastante. Pero es cierto que un preaviso no vendría nada mal.
Y es que es algo parecido a lo que sucede con aquellas marcas que utilizan tecnología completamente propia. Cuando sales de lo que estamos más acostumbrados, puede que nos cueste un poco más. Para el uso de las funciones de los altavoces Sonos, un usuario medio necesita un periodo de adaptación real.
El volumen intercede de forma directa en la batería
Para poder contextualizar del tipo de producto del que estamos hablando, hemos estado haciendo mención a los múltiples componentes de tecnología que tiene este tipo de altavoz enjaulados en un dispositivo de menos de medio kilo de peso y que se agarra con una mano con suma facilidad.
Y es que, al final, meter una batería de iones de litio en su interior hará que su peso aumente más. Por ello, cuenta con una batería de 18 Wh. Esta dependerá mucho del volumen al que pongas a reproducir sonido al Sonos Roam, como es lógico.
Llama la atención porque en frecuencias del 20 al 75 por ciento del volumen se comporta de manera ejemplar. Puede llegar a cumplir más de 8 horas de batería teniéndolo de forma prácticamente ininterrumpida, pero puede bajar de las 3 si, de forma continuada, el volumen del Sonos Roam supera el 80 por ciento del volumen.
Haciendo que, en caso de tener el dispositivo conectado a través de Bluetooth, también gastará algo más de batería que si la función la estuviese cumpliendo directamente desde la aplicación o las solicitudes a través del asistente escogido.
El cargador del Sonos Roam se compra aparte
Cuando la caja del Sonos Roam nos llega a nuestras manos y nos disponemos a abrirla, lo cierto es que la experiencia gusta. Gusta porque se abre con unas tiras marcadas. Detrás de estas, nos encontramos una caja que alberga, además de los diversos documentos legales y manuales de usuario, el propio altavoz y un cable de USB tipo A a USB tipo C. No tenemos un adaptador de corriente en la caja del Sonos Roam.
De esta manera, el Sonos Roam puede ser enchufado en una fuente de alimentación de hasta 15W a 3A con el cable incluido. Aún así, el dispositivo también es compatible con carga inalámbrica Qi, pudiéndolo cargar en, prácticamente, cualquier base de carga inalámbrica.
Pero Sonos también vende, por separado, el cargador inalámbrico específico que mantiene el diseño de base triangular redondeada e imantada para poder posar el Sonos Roam. De esta forma, el dispositivo «se pega» para comenzar a alimentar al altavoz. Un cargador que además cuenta con protección IP54 y que carga al Sonos Roam en 2 horas del 0 al 50%.
¿Merece la pena el Sonos Roam?
Definitivamente, sí. Sí al menos para mí y para lo que el Sonos Roam está diseñado y planeado. Al final, la tecnología avanza para que los dispositivos puedan estar conectados de manera inalámbrica. Cada vez los dispositivos intentan comunicarse entre ellos sin la necesidad de tener un cable de por medio, lo que se conoce como IoT.
Esto se hace por mera evolución lógica, eficiente y efectiva para el desarrollo. Al menos cuando hablamos de dispositivos conectados. Y necesitábamos un altavoz que tuviese las características que tiene un Sonos One, un HomePod, un Echo Studio o similares pero sin la necesidad de tener que tener el dispositivo permanentemente conectado a la alimentación.
Además, el Sonos Roam puede configurarse como un dispositivo más de la estancia. Por ello, si tienes el salón de uno de nuestros youtubers favoritos, y cuentas con la barra de sonido con un par de altavoces de la marca usándose como un cine, puedes aprovechar para poner al Sonos Roam en la mesita de café para tener otro punto más de sonido apuntándote de forma directa.
Aunque, en realidad, donde más sentido tiene este altavoz es en el escritorio o la mesa de trabajo o estudio. Dos Sonos Roam pueden configurarse como par estéreo, pudiendo así tener un sonido más envolvente. Y, lo mejor, es que si te vas a otra estancia, te quieres ir a escuchar música con alguien a exteriores… es tan sencillo como agarrarlo y llevártelo contigo.
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