Samsung decidió lanzar un dispositivo más de la familia Galaxy S10 poco antes de lanzar la siguiente generación, para así prepararnos con lo que nos venía en la gama Galaxy S20, sobre todo en lo que a diseño se refiere. Pero que este Samsung Galaxy S10 Lite tenga la coletilla del ‘Lite’, no quiere decir que esté muy recortado ni que no sea un gran dispositivo, aunque sí bastante olvidado. Hoy, te mostramos el análisis del Samsung Galaxy S10 Lite.
Si de algo nos hicimos eco muchos medios, fue de lo gran dispositivo que era el Samsung Galaxy S10e pero tenía un gran hándicap para quienes buscaban un dispositivo así pero en mayor tamaño. El Galaxy S10e era un dispositivo muy comedido en tamaño, que gustaba muchísimo pero con un público claro. Por lo que la compañía surcoreana decidió lanzar otro gran dispositivo como el S10e pero con un tamaño mucho mayor y que planta cara a muchos competidores.
Este Samsung Galaxy S10 Lite no solo cuenta con mayor pantalla, sino con un procesador que tiene mucha más demanda. Y es que, en esta ocasión, Samsung se ha decantado por el chipset de Qualcomm, algo que hace que el dispositivo pueda venderse mucho mejor en aquellos públicos algo más exigentes. Aunque, está claro, que las diferencias son mínimas para usuarios comunes y no tan tiquismiquis como la gente geek.
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Ficha técnica del Samsung Galaxy S10 Lite
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Un diseño gancho y con reminiscencias chinas
Si de algo no nos podemos quejar con los terminales de Samsung es precisamente de su diseño. Rara vez hacen dispositivos que no sean agradables a la vista. Este Samsung Galaxy S10 Lite lo que quería hacer es enseñar la patita de lo que sería la gama Galaxy S20 y el resto de diseños que mantendría la compañía durante este año tan extraño como es el 2020.
En nuestro caso, hemos podido probar la unidad en color azul metalizado, o Prism Blue que es como lo denomina la compañía, que nos ha recordado al Huawei Mate 20 X, por tamaño, aunque le separen algo menos de un centímetro y medio de altura y un centímetro de anchura, que puede parecer poco pero en un smartphone no es tan poco. Y es que cuando se tiene un dispositivo tan grande en las manos, se nota la razón por la que se ha construido así y hacia qué público va dirigido. Aunque el parecido es bastante razonable.
No es un dispositivo incómodo de sujetar con las manos, pese a sus dimensiones, las cuales hemos visto en la ficha técnica. Esto es gracias a la utilización del diseño curvo trasero para que el dispositivo sea mucho más ergonómico y cómodo de llevar. Aunque, eso sí, no ha perdido que sea un dispositivo resbaladizo por tener una trasera completa de cristal.
Y es que este smartphone viene a recordar lo que ha ido haciendo la marca durante todos los años pasados. Antes de lanzar la gama buque insignia de principios del año, existen otros dispositivos de la compañía que nos va dando pistas sobre el diseño al que nos enfrentaremos. Y el Galaxy S10 Lite nos comunicó muy bien el diseño de la gama Galaxy S20 que vimos al poquito tiempo después.
Gracias a que este tipo de unidades sean de prueba de prensa, podemos ver cómo los dispositivos podrán envejecer antes de que lo consiga un usuario al uso. Y es que hablando de la parte trasera del dispositivo, nos encontramos el módulo de cámaras en posición de pastillero, haciendo que éste sobresalga del Galaxy S10 Lite y que cuando apoyemos el dispositivo en una superficie, el mismo quede bamboleando.
El problema no es el bamboleo, a no ser que se encuentre en un desnivel importante, el problema viene cuando agarramos el dispositivo de esa superficie, en la cual tendemos a arrastrarlo para acercarlo y después levantarlo. No es como se debería de hacer pero al final es lo que hacemos. Y por culpa de tener el modulo de cámaras sobresaliendo y en un negro piano, este color se desgasta fácilmente y podemos ver las ralladuras que le han ido creando otros/as compañeros/as de otros medios. Además, el dispositivo tiende a agarrar bastante el polvo ambiente aunque lo acabes de limpiar.
Aunque bueno, afortunadamente, al tener ese módulo negro piano sobresaliendo, el cristal de la zona trasera del dispositivo no es fácil de rallar por lo que reparar esa zona es bastante fácil, sino mirad lo que hace Vicesat con algunos coches… un poco de cinta de carrocero, algo de pintura para metal y un poco de maña y queda como recién salido de la fábrica.
Eso sí, lo importante es que esas ralladuras no han afectado en absoluto a la utilización de los sensores de las cámaras, los cuales se encuentran bastante bien protegidos y no hemos tenido ningún tipo de problemas a la hora de utilizar la cámara del Samsung Galaxy S10 Lite.
Por lo demás, en líneas generales el diseño del dispositivo surcoreano está bastante bien ensamblado, es un smartphone robusto, los botones están sumamente bien sujetos y no bailan, algo que no es fácil de destacar en otros dispositivos de otras marcas que sí que suelen bailar bastante, por lo que por esto, se merece un muy buen punto positivo.
La nomenclatura del Lite no ha sido para empeorar el rendimiento
Algo que no se entendió cuando se lanzó este terminal fue la elección del microprocesador que montaba. No apostaron por un Exynos propietario de la marca, sino que se decidieron por el procesador de gama alta de la competencia que además competiría contra su propia gama alta. Meses después, tampoco hemos sido capaces de entenderlo, hasta que hemos visto algo bastante importante que os comentaremos un poco más adelante.
En muchísimas ocasiones, el público objetivo de Samsung ha pedido que se monten procesadores de Qualcomm en sus dispositivos, o al menos que se tenga la oportunidad de seleccionar un dispositivo con un procesador u otro, dependiendo de los gustos y las necesidades de cada persona. La compañía parece no estar muy de acuerdo en hacer esto y nos ha presentado a un Galaxy S10 Lite que es bastante capaz de hacer muchas cosas.
Montando el Snapdragon 855 de los estadounidenses, el dispositivo ha mejorado en cuestiones de conectividad, donde la gama Galaxy S10 y Galaxy S20 han fallado bastante. La cobertura móvil y WiFi en este dispositivo con el procesador de Qualcomm funciona mucho mejor que con el procesador Exynos.
Y esta es la única diferencia palpable que podremos notar entre este dispositivo de la gama Galaxy S10 y los demás dispositivos que se comercializan en Europa y otras regiones. Con este dispositivo hemos podido jugar sin percibir ningún tipo de inconvenientes, hemos podido trabajar día a día, hemos podido utilizar los diferentes navegadores sin problemas, también hemos podido procrastinar durante los ratos muertos en las redes sociales…
Aunque también hemos notado otra pequeña diferencia con el procesador de Exynos, la batería en procesadores Qualcomm sufre menos y en este Samsung Galaxy S10 Lite sí que podemos notarlo ligeramente. No tiene la mejor batería del mundo, dado el tamaño que tiene el propio dispositivo, pero está claro que con un Exynos, hubiéramos sufrido un poco más.
La batería del día clavado
En esta ocasión se ha decidido por montar una batería de 4.500 mAh, que conjugada con el resto de especificaciones, hace que podamos disfrutar de más tiempo del esperado de este dispositivo. Y es que, en días normales de uso, con pruebas básicas de rendimiento, etcétera, este Samsung Galaxy S10 Lite nos ha podido aguantar un día y medio con una media de unas 5,5 horas de pantalla encendida.
En Techdroy tampoco nos gusta mucho analizar las baterías por sus horas de pantalla encendidas, ya que la batería sufre esté o no la pantalla activada. Podemos estar escuchando música, conectados al Bluetooth mientras vamos de compras y no paramos de pagar con el NFC, que la batería va a poder sufrir igual que si el panel estuviese o no encendido y haría que esas horas bajasen de la misma manera.
Aún así, la batería ha aguantado bastante bien. Aunque es cierto que durante estas pruebas, en mi caso, sí que he estado utilizando el dispositivo móvil con mucha más asiduidad que el resto de veces, y la batería de este Samsung Galaxy S10 Lite me ha dado una media de aguante de unas 25 horas, desde que lo desenchufé hasta que volví a necesitarlo cargar de nuevo.
Y esto es muy probable que la gestión de su panel tenga bastante culpa de ello, ya que estamos sobre un panel sorprendente en una gama como en la que nos estamos moviendo. Aún así, al menos contamos con la tecnología de carga rápida de la compañía para que, al menos, en media horita, podamos usar el dispositivo unas cuantas horas más.
Otra de las cosas que echamos en falta, es la ausencia de la carga inalámbrica. No es algo que utilicemos todos los usuarios que tenemos un dispositivo móvil inteligente, pero tener la posibilidad de cargarlo de manera inalámbrica para así cuidar más al dispositivo e ir empezando a olvidarnos de los cables, es algo bastante cómodo.
Un enorme panel, en todos los sentidos
Gracias a que este iba a ser el diseño escogido para la nueva gama Galaxy S20, este Galaxy S10 Lite luce un panel de 6,7 pulgadas en resolución Full HD+, con unas dimensiones bastante recogidas al incrustar la cámara delantera en el centro del propio panel.
En parte, la resolución es la razón por la que podemos disfrutar de una batería algo más estirada, en conjunción al procesador de Qualcomm, porque sino con el Exynos nos hubiéramos quedado muchos más cortos.
Y es que, como no podía ser menos, el panel cuenta con tecnología Super AMOLED Plus, la cual sabemos que aunque tenga una resolución algo inferior a los grandes números que vemos en la alta gama, son paneles que responden lo suficientemente bien para ver lo que queramos sin que nadie se pueda quejar de resolución.
Tanto cuando hemos probado el dispositivo para jugar como para ver contenido multimedia, el panel ha respondido a la perfección, teniendo una gestión bastante interesante diferenciando cuando se necesita mayor o menor saturación en el panel, jugando con el brillo automático, donde en este Galaxy S10 Lite ha funcionado mejor que en cualquier otro dispositivo que hayamos podido probar.
Además, gracias a tener este panel Super AMOLED Plus, podemos utilizarlo en exteriores sin ninguna clase de problemas, los reflejos lo trabaja bastante bien y cuando nota que el sol le incide de forma directa a través de los distintos sensores que se encuentran alrededor del panel, aumenta el brillo lo máximo que es capaz para que podamos visualizar la pantalla sin inconvenientes ninguno.
Una cámara bastante sorprendente, si estás de día
El dispositivo cuenta con cuatro sensores diferentes para utilizar la interfaz de tomas de fotografías. Tenemos tres sensores en su parte posterior para la cámara trasera, y otro en el panel para la cámara delantera. Lo sorprendente de este dispositivo, es que también cuenta con un estabilizador óptico para la toma de vídeos, pero es que también funciona cuando tomamos fotografías; porque yo que tengo un pulso perfecto para robar panderetas, la toma de fotografías no se me bamboleaba tanto el dispositivo.
Si quieres ver la prueba de fotografías y vídeos del dispositivo, deberás suscribirte a nuestro canal de YouTube para estar atento a cuando subamos el vídeo del análisis de este Samsung Galaxy S10 Lite, con su prueba de cámaras.
También podrás ver imágenes tomadas con este dispositivo, en las imágenes de producto de nuestro análisis escrito del Oppo Reno 2 y del análisis al Huawei P40 Pro que estará próximamente en nuestra página web.
El sonido del Samsung Galaxy S10 Lite podría estar configurado por una persona española perfectamente
En esta ocasión, no tenemos ninguna tecnología de sonido firmada por AKG, ni por Harman/Kardon ni por ninguna del conglomerado de empresas de sonido que compró hace tiempo la surcoreana Samsung. Solo cuenta con un altavoz en la parte inferior del dispositivo que, o chilla o susurra, pero no tiene mucho término intermedio, como nosotros los españoles…
Sí que es cierto que también contamos con un altavoz superior pero solo es para las llamadas, éste no funciona para reproducir el contenido multimedia, ni cuando estamos jugando ni nada. Funciona para cuando nos acercamos el dispositivo a la oreja en llamadas, audios de WhatsApp o de Telegram.
El altavoz inferior, que será el que acabemos utilizando más a menudo, tiene un volumen peculiarmente calibrado. Y es que en un volumen inferior al 70 por ciento de la capacidad sonora, cuesta escucharlo con claridad. Entre el 70 y el 90, lo podemos escuchar en un tono medio normal, aunque con ganas de algo más de potencia, y cuando lo ponemos al 100 por cien, el dispositivo tiene un sonido sumamente alto, aunque para nada molesto.
Y, claro, cuando nos pasó la primera vez, creíamos que en según qué circunstancias, tener el volumen ajustado tan alto, podría enlatarse. Pero lo cierto es que no, el altavoz funciona muy bien, suena bastante nítido y mejor de lo que podríamos esperar de otras gamas medias.
Al final, si queremos disfrutar de contenido multimedia, la elección de un dispositivo de Samsung siempre va a ser un acierto. Aunque en esta ocasión, la elección de diseño del altavoz, al ser tan pequeño y estar en el lateral inferior, se suele tapar bastante cuando se sujeta el móvil; tanto para jugar como para usarlo asiduamente.
La competencia es voraz pero ninguno es un Galaxy S10
Cuando en estos análisis míos que habéis visto durante estos meses en Techdroy he recomendado, de forma personal, la compra o no de un dispositivo, siempre lo hemos, y lo he, hecho centrándome en el dispositivo en sí. Es obvio que hay muchos otros dispositivos de la competencia, a precios menores o superiores, pero creo firmemente que cada persona se gasta su dinero en lo que desea y de la manera en la que lo desea, y ahí nadie puede entrar a decir si algo es recomendable o no por su precio. Al final, el dinero es algo subjetivo.
Hay que tener en cuenta que aunque estemos delante de un gama media, aunque no por su procesador, estamos también delante de un dispositivo que se enmarca dentro de la gama Galaxy S10, con todo lo que ello significa. Tenemos grandes tecnologías de pantalla, tenemos una tecnología de carga rápida y un software que cada día funciona mejor en la marca surcoreana.
A su vez, este dispositivo ha sido víctima de muchos comentarios que se envolvían más por su precio y lo que daba a la hora en la que fue presentado. Ahora, podemos encontrarlo unos 150 euros más barato, como casi siempre que se lanza un dispositivo de esta marca; con el tiempo, el dispositivo se devalúa con bastante facilidad, incluso por la propia marca.
El Galaxy S10 Lite es un muy buen dispositivo, a nivel de rendimiento. Tener un procesador de gama alta nos hace que el mismo pueda aguantar muchos años, y lo que es más importante, soporte actualizaciones mayores que otros procesadores no serían capaces porque comenzaríamos a tener problemas de rendimiento de sistema.
En lo personal, a mí este Galaxy S10 Lite me ha gustado, y bastante. Quizás, no sería un dispositivo por el que yo fuese a decantarme a la hora de comprarlo, pero volvemos a la subjetividad. Quien se compre este Samsung Galaxy S10 Lite estaría haciendo una muy buena compra y de la que no se arrepentirá en mucho tiempo.
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