En el catálogo de Apple encontramos un pequeño, pero valioso, dispositivo que puede ayudarnos a rastrear cualquier pertenencia. Pero, en este punto puede surgir una clara duda: ¿Los AirTags de Apple son resistentes al agua?
No cabe duda que poder encontrar cualquier objeto es un gran alivio. Ya sea porque se nos ha olvidado, o porque hemos sufrido un robo. Por otro lado, puede que no sea de manera intencionada, pero es posible que el accesorio pueda entrar en contacto con el agua. ¿Seguiría siendo localizable?
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Sí, los AirTags de Apple son resistentes al agua
Apple sabe que este tipo de dispositivo debe ser realmente duradero. Es por ello que ha dotado al AirTag con una resistencia al agua y al polvo con una clasificación IP67. Esto significa que pueden resistir la mayoría de las salpicaduras y sumergirse hasta un metro durante un máximo de 30 minutos. Eso sí, la tapa debe estar bien colocada para que selle el interior.
La compañía afirma que las pruebas se han realizado bajo control en un laboratorio según la norma IEC 60529. La propia Apple advierte que la resistencia al agua no es una «condición permanente» y, además, que «podría disminuir como resultado del desgaste normal».
Por lo tanto, si se golpea el AirTag puede perder el sellado. En otras palabras, debes tener cuidado a la hora de usarlo. Quizás sea buena idea pensar en adquirir una funda protectora. E incluso si sabes que puede estar en contacto con el agua o el polvo, meterlo en una bolsa de plástico sellada para evitar que el agua acceda al interior.
Cómo secar tus AirTags
Si aún teniendo precaución se ha mojado tu AirTag, todo lo que se necesita en la mayoría de los casos es retirar la batería y secar el exterior con un paño suave. Eso debería evitar que el líquido dañe los componentes. Sin embargo, lo que no te recomendamos bajo ningún concepto es que uses algo similar a un secador de pelo, ya que el calor podría dañar el sellado o los circuitos.
Si te preocupa que el agua ya haya pasado el sellado, sigue estas recomendaciones:
- Retira la cubierta de la batería presionándola hacia abajo y luego gira en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que se detenga
- Separa la cubierta, el cuerpo y la batería, dejándolos secar al aire durante varias horas. Es posible que puedas acelerar el proceso con bolsas de sílice
- Cuando hayas terminado, vuelve a montar el AirTag, asegurándote de escuchar un tono cuando la batería se presiona en su ranura. Eso significa que la batería está conectada, lo que es una buena pista de que el AirTag sigue funcionando
Ahora, para comprobar que todo funciona como debería, accede a la aplicación Find My en tu iPhone o iPad y selecciona tu AirTag en la pestaña Artículos. Si se ha secado correctamente, el dispositivo debería ser totalmente funcional.
Sin embargo, si por contra no funciona de forma correcta o no se enciende, deberás considerar llevarlo al servicio técnico autorizado de Apple o bien adquirir uno nuevo.
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