El concepto de reloj inteligente fue acogido por Samsung desde el nacimiento de estos hace varios años. La empresa coreana siempre ha mantenido alto el listón con sus diferentes smartwatches, y este Samsung Galaxy Watch Active no es una excepción. Sobre todo si necesitas un reloj para monitorizar todos tus entrenamientos.
Hace algunos años tuvieron su gran momento, pero cada vez es un segmento que se está dejando más de lado. Los dispositivos vestibles no es algo que vayamos a cambiar tanto como puede ser un smartphone, ya que a pesar de que existen pequeñas mejoras entre ellos, puede que no sean suficientes para decidir por una nueva compra. Es por ello que la elección de un buen reloj inteligente puede durar algunos años, y necesitas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Lo hará este Galaxy Watch Active destinado al deporte?
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Ficha técnica del Samsung Galaxy Watch Active
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Diseño enfocado en el deporte
Podemos decir que el Samsung Galaxy Watch Active es la versión deportiva del Galaxy Watch, ya que apuesta por líneas de diseño más deportistas olvidando los detalles clásicos. Es una mejora del Galaxy Gear Sport, el cual pude probar en el pasado y me dejó un buen sabor de boca. En comparación con el Galaxy Watch, deja de lado la elegancia para centrarse en la comodidad y funcionalidades pensadas para el entrenamiento. Es un estilo más discreto, sencillo e intentando pasar desapercibido.
El conjunto de la pantalla con los marcos negros está bien integrado, aunque se podrían haber reducido más, así como la sencillez de los botones circulares de perfil bajo ubicados en el lateral derecho de la esfera. Los bordes son de metal cromado, siendo un color turquesa en nuestra unidad. Aunque Samsung lo comercializa como color verde. Y hablando de colores, también está disponible en plata, negro y oro.
Destacamos la ausencia de un bisel rotatorio, elemento presente en todos los relojes de Samsung desde el lanzamiento del Gear S2 en 2015. No solo era un elemento estético y diferenciador de la empresa, sino era una forma de interacción que gustaba a muchos usuarios ya que permitía controlar la interfaz con facilidad. En este caso, se pierde este elemento, aunque a decir verdad no lo hemos echado de menos.
Si damos la vuelta al reloj, tenemos un cristal para el medidor de ritmo cardíaco que emite una luz verde para poder hacer las mediciones. En la parte superior, se ubican tanto el sensor de presión atmosférica como un micrófono con el que podrás grabar notas de voz o interactuar con Bixby si usas un móvil de Samsung.
Por otro lado, la correa es un elemento importante. Es lisa, sin detalles que dificulten su comodidad con una hebilla que permite que el sobrante de la correa se esconda muy discretamente. Es muy cómoda al tacto, no molesta en ningún momento haciendo que no notemos prácticamente que llevamos el reloj puesto. Además, al ser de goma evita que se dañe con el paso del tiempo en contacto con el sudor. Como no puede ser de otra forma, el Galaxy Watch Active cuenta con certificación IP68 y resistencia a 5 atmósferas debajo del agua.
El propio reloj incluye correa en tallas S y L, por lo que no importa si tienes muñeca pequeña o grande. Las correas son estándar de 20 mm, por lo que podrás comprar nuevas correas que puedes encontrar en Amazon u otras tiendas.
Con unas medidas de 39,5 x 39,5 x 10,5 mm y un peso de 25 gramos, es un reloj muy ligero de llevar. Se agradece poder tener en la muñeca algo tan ligero a la hora de hacer deporte y que sea lo suficientemente grande para ver en la pantalla los diferentes aspectos así como no molestar mientras estamos llevando a cabo el entrenamiento.
Gracias al diseño, podemos afirmar que tiene una buena construcción y acabado. No hay elementos que sobresalgan innecesariamente, por lo que no se hace incómodo su uso aunque no estemos acostumbrados a llevar nada en la muñeca. Al ser tan ergonómico por la forma esférica acompañado de una correa que se adapta perfectamente y con tacto suave, no notamos que llevamos un reloj inteligente en nuestra muñeca, bueno, hasta que nos notifica.
Una pantalla que no decepciona
Cuando hablamos de dispositivos de Samsung, por lo general hablamos de paneles Super AMOLED. En el caso del Galaxy Watch Active que estamos analizando disponemos de una pantalla a color de 1,1 pulgadas de diámetro, ya que es circular, y una resolución de 360 x 360 píxeles. Es uno de los aspectos que se agradecen de un reloj inteligente, ya que este panel permite ver con claridad el contenido que nos puede ofrecer en cualquier situación.
La pantalla está fabricada con un cristal Corning Gorilla Glass 3 que la protegerá de los impactos sin acusar los pequeños arañazos o marcas que pueden producirse con el uso diario. El brillo es ajustable con diferentes niveles de forma manual, pero también contamos con un sensor para realizarlo de manera automática y funciona realmente bien.
Este panel muestra colores saturados y constrastados, característicos de las pantallas AMOLED. Además, conseguimos ahorrar batería ya que apaga los píxeles negros. Esto es útil cuando tan solo queremos mirar la hora o el tiempo durante un segundo, además de la inclusión de Always on Display mostrando unicamente la hora con un fondo negro.
No contamos con esta corona característica de la empresa coreana, por lo que todo deberemos hacerlo mediante la pantalla táctil. Esto puede ser algo engorroso si tenemos los dedos grandes, ya que los iconos son pequeños y no siempre aciertas. A nivel personal, no he tenido problemas con la forma de interacción que ofrece la interface del sistema operativo Tizen.
Otra pega que podemos ponerle es que la pantalla es algo pequeña, y se podrían aprovechar mejor los marcos negros que apreciamos alrededor. Además, se hace más acusado al haber eliminado la corona giratoria en este Galaxy Watch Active de Samsung.
Funcionalidades pensadas para el deporte
Repasando brevemente las características internas del reloj, monta un procesador Samsung Exynos 9110, el mismo que el Galaxy Watch, acompañado de 750 MB de RAM y 4 GB de almacenamiento interno. Para el usuario, disponemos únicamente de 1,5 GB de la memoria interna para guardar canciones, imágenes, instalar aplicaciones y los diferentes datos referentes al entrenamiento que realizamos.
Al estar delante de un reloj inteligente pensado para el deporte, contamos con un sin fin de actividades para monitorizar de manera correcta, aunque se echa en falta alguna que otra como «entrenamiento de fuerza» o el deporte rey, el «fútbol». También podíamos pedir más deportes de este estilo como el «tenis».
En cuanto al tipo de actividades que permite monitorizar encontramos:
- Carrera
- Circuito de entrenamiento
- Máquina de musculación
- Bici estática
- Ciclismo
- Paseo
- Senderismo
- Natación en piscina
- Natación exterior
- Cinta
- Abdominales
- Bicicleta elíptica
- Curl de bíceps
- Curl de piernas
- Dominadas
- Elevaciones de tronco
- Elevación de piernas
- Escaladores
- Estiramiento
- Extensiones de brazos
- Extensiones de piernas
- Extensiones de tronco
- Flexiones
- Frontales (elevaciones)
- Jalones tras nuca
- Laterales (elevaciones)
- Máquina de remo
- Máquina de step
- Peso muerto
- Pilates
- Plancha
- Press de banca
- Press de hombros
- Press de pierna
- Salto estrella
- Sentadillas
- Test burpee
- Yoga
- Zancadas
- Otro ejercicio
El recuento de kilocalorías depende de qué ejercicio elijamos, por lo que es importante poder seleccionar en cualquier momento desde el mismo reloj el entrenamiento que estamos realizando. Puede ser un poco engorroso si realizamos cambios constantemente de máquinas de musculación, por lo que a nivel personal suelo elegir un ejercicio más amplio como Circuito de entrenamiento.
La interfaz se adaptará a cada actividad, mostrando las pulsaciones, el tiempo que llevamos y algún otro dato como la distancia o un contador, y avisándonos con una vibración y una pantalla de resumen cada media hora de ejercicio o bien cada kilómetro. Es un punto muy positivo para poder controlar en cada momento si tenemos un buen ritmo de entrenamiento. En el caso de querer realizar una pausa, puede hacerse pulsando el botón lateral superior, teniendo que volverlo a pulsar para seguir con él.
Pero no solo es capaz de medir la actividad de nuestros entrenamientos, también puede medir la frecuencia cardíaca y el estrés. Cuenta pasos, calorías quemadas, los pisos que hemos subido a pie (no, el ascensor no vale…), las horas de actividad, medición automática del sueño. También es capaz de recordarnos que debemos movernos cada hora, para mantener nuestro cuerpo y mente sana.
La detección automática funciona de manera correcta, registrando diferentes actividades como salir a dar un paseo. Por lo general, suele darnos un aviso con una breve notificación anunciando que llevamos más de 10 minutos caminando con los pasos, distancia y kilocalorías que llevamos hasta ahora. Debemos seguir así para mejorar nuestro estado físico y alcanzar la media de pasos recomendables, que según el reloj son 6.000 pasos diarios.
No todo va a ser deporte, también encontramos otras funciones como la alarma, Samsung Pay para pagos móviles, calendario y recordatorios, poder ver y responder las notificaciones mediante respuestas predefinidas, por voz o por teclado, Bixby, escuchar música almacenada en el mismo reloj, y un largo etcétera. No acabaríamos de escribir el artículo si detallamos cada uno de los aspectos que podemos hacer con este reloj, es muy completo y el precio así lo demuestra.
Como no podía ser de otra manera en un smartwatch para practicar deporte, el Samsung Galaxy Watch Active llega con GPS, pensado para salir a correr sin tener que llevar el smartphone encima. Además, cuenta con NFC para realizar pagos móviles entre otras utilidades, WiFi, Bluetooth 4.2.
La aplicación es importante, no es un reloj independiente
No toda la información puede ser almacenada en el reloj, tan solo muestra datos parciales. Por este motivo, es esencial que la aplicación Samsung Health esté instalada en nuestro smartphone. Pero la información que se muestra en el reloj es suficiente ya que se incluye alguna gráfica como la frecuencia cardíaca, los pasos, los pisos subidos o las kilocalorías quemadas de toda una semana.
Para emparejar el reloj con un smartphone tendremos que descargar la app Galaxy Wear, la cual está disponible tanto para iOS como para Android. Si no es un smartphone Samsung lo más seguro es que nos pida instalar algún otro complemento necesario para una correcta conexión. De esta forma toda la información de los entrenamientos y actividad será vinculada con el smartphone, y del mismo modo podremos recibir y contestar las notificaciones o realizar algunos ajustes cómodamente sin sacar el smartphone del bolsillo.
La aplicación nos sirve para poder descargar más esferas, ver el estado de la batería de forma detallada así como la memoria, o configurar algunos permisos de aplicaciones propias como la del tiempo o la sincronización con el calendario. Podemos administrar las aplicaciones instaladas en el reloj de forma sencilla, la vibración del Galaxy Watch Active, ajustes de pantalla como el brillo o el tiempo de espera, y otras configuraciones avanzadas como el botón de inicio o los gestos para despertar este smartwatch de Samsung.
También podemos añadir música o imágenes para poder disfrutarlas en este reloj inteligente, ya que como decíamos líneas más arriba, podemos dejar el teléfono en casa mientras realizamos ejercicio para monitorizar nuestras constantes con la posibilidad de conectar auriculares o altavoces externos vía Bluetooth. En este tiempo de desconexión con el smartphone, no recibiremos llamadas ni notificaciones a menos que estemos conectados a una red Wifi.
La batería no es el punto fuerte
En este tipo de smartwatches la autonomía no es su punto fuerte, con alguna excepción como el Huawei Watch GT. Por lo general, todos suelen durar en torno a los dos o tres días de uso contínuo, dependiendo en gran medida de las conexiones que tengamos habilitadas. Obviamente durará mucho menos si tenemos conectado el GPS, el Bluetooth, la red Wifi, la medición de frecuencia cardíaca de manera constante, etc.
Por este motivo, la duración de batería es muy relativa, pero la media se sitúa en torno a los dos días de uso antes de pasar por el cargador. Lógicamente existen opciones para alargar la autonomía como el modo avión, el ahorro de batería, el modo cine, etc. Incluso podemos configurarla con una escala de grises y restringir ciertas funciones para reducir drásticamente el consumo de batería.
Si hablamos acerca de la carga inalámbrica para este Samsung Galaxy Watch Active que cuenta con una batería de 230 mAh, mencionar que no es compatible con cualquier cargador Qi estándar para móviles. Hemos podido comprobar con un Huawei P30 Pro que su carga inversa no es compatible, destacar que la carga inalámbrica inversa de los Galaxy S10 sí que es capaz de cargar la batería del Galaxy Watch Active. Es por esto que, por ejemplo el Samsung Galaxy S10e puede ser el smartphone perfecto.
El cargador está imantado y se encaja el reloj con facilidad, con una demora de tiempo de carga de algo más de dos horas para una carga completa. La base es circular, con conexión USB 2.0 y necesitaremos algún cargador para poder enchufarlo a la corriente.
Conclusiones del Samsung Galaxy Watch Active
Cuando queremos monitorizar con mayor detalle cualquier actividad física, el apellido «Active» acierta de lleno. Tiene un diseño atractivo para el deporte, y gracias a sus funciones, invita a moverte – bueno, por sus avisos de inactividad también -.
Por otro lado, perdemos la posibilidad de incluir una tarjeta física SIM o virtual eSIM para disponer de conectividad LTE y ser independiente del smartphone. Tampoco contamos con altavoces para poder hablar o reproducción de contenido, por lo que es una opción con estas carencias para centrarse en lo que está diseñado: el deporte.
Disponemos de una gran variedad de actividades físicas para monitorizar de manera correcta, aunque la lista podría ser ampliada con deportes de equipo. Los smartwatches son más completos que las smartband, entre las más conocidas se ubica la recién lanzada Xiaomi Mi Band 4. Existe una gran diferencia en cuanto a funcionalidades y precio, por lo que necesitas saber qué es lo conveniente para cada tipo de usuario.
A rasgos generales, este Samsung Galaxy Watch Active cuenta con un buen diseño y materiales de construcción, una pantalla espectacular con el contenido visualizable con brillo regulable que se adapta a cualquier situación, un gran abanico de actividades a registrar y una batería que sin ser la mejor, se ubica en la media de este tipo de dispositivos.
Para finalizar, es un smartwatch bastante completo, versátil y cómodo. Trabaja mejor con dispositivos propios de la empresa coreana, mientras que la experiencia con iOS es un poco peor de lo esperado ya que está limitado a nivel de aplicaciones. Aunque bueno, también existen pocas aplicaciones de terceros para sacar provecho. Pero si quieres monitorizar de manera correcta toda la actividad que realizas de manera diaria y muchas funcionalidad, este es tu nuevo reloj inteligente de Samsung.
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