Ya tenemos entre nosotros los nuevos chipset M1 diseñados por la propia empresa Apple para su gama Mac. Los nuevos MacBook con el chipset Apple Silicon M1 prometen ser una gran revolución en lo que respecta a portátiles, y quizás en ordenadores de sobremesa en un futuro relativamente cercano. Ahora podemos ver el desmontaje del MacBook Air y MacBook Pro con el chipset M1.
En esta nueva generación, Apple ha introducido la gran novedad de prescindir de procesadores Intel, apostando por su línea de diseño basada en ARM. Esto supone un gran cambio, ya que el sistema operativo y los programas deben ser diseñados para la nueva arquitectura que utilizarán los Mac. Por el resto, el portátil no ha cambiado demasiado.
Así es el desmontaje de los MacBook Air y MacBook Pro con el chipset M1
La compañía profesional iFixit han sido los encargados del desmontaje del nuevo MacBook Air y MacBook Pro con el Apple Silicon M1. No solo podemos ver su interior, sino que también lo han comparado con un modelo con incluye el procesador de Intel.
Gracias a esta comparación, podemos ver lo que ha cambiado… realmente es bastante difícil saber cuál es cual a no ser que te lo digan. El diseño es muy similar en ambos casos, incluso el ventilador utilizado en los modelo Pro.
No podemos negar que los modelos que incluyen el procesador de Intel son bastante ruidosos, mientras que el modelo Pro con el chipset M1 prácticamente no se escucha. Mientras que si mencionamos el modelo Air, al contar con disipación pasiva no encontraremos ningún tipo de ruido.
Esto podría hacer pensar que el modelo Air se sobrecaliente, pero lo cierto es que sorprende gracias a contar con un consumo de tan solo 10W. Esta es una de las grandes diferencias, permitiendo que el consumo así como el ruido generado, ya que en el caso del modelo Pro a pesar de tener el mismo ventilador puede funcionar a RMP más bajas, sea muy inferior a los modelos con Intel.
En el modelo Air, como hemos mencionado, cuenta con refrigeración pasiva. No encontramos en su interior ningún ventilador, tan solo un bloque de aluminio para alejar el calor del chipset. Ni siquiera dispone de tuberías, también conocidas como heat pipes.
Este diseño de disipación es un testimonio de la eficiencia de M1, haciendo que esto sea posible. Algunos de los diseños más antiguos de Apple, los que tenían procesadores Intel, tenían un enfriamiento deficiente y sufrían estrangulamiento térmico. Realmente, en el modelo Air podría llegar en algún momento puntual a suceder, pero es prácticamente nulo.
Pasamos a un primer plano del componente principal, y por el cual existe un gran cambio generacional, el chipset Apple Silicon M1. Podemos ver en todo su esplendor el nuevo chip, acompañado de dos chips de memoria RAM LPDDR4X de 4 GB de SK Hynix. Gracias que están lo más cerca posible, se consigue reducir al máximo la latencia.
Este es un diseño óptimo desde el punto de vista de la ingeniería, ya que a las señales de frecuencia no les gusta viajar largas distancias. Sin embargo, la desventaja de este diseño es que el usuario no puede reparar la RAM, ni tampoco realizar una ampliación en un futuro.
Para Apple esto no supone ninguna desventaja, ya que en generaciones anteriores con procesadores Intel también hemos visto como los módulos de RAM se encuentran soldados.
También debemos destacar que este diseño con el chipset y la RAM ubicados juntos también se puede ver en los iPads, la herencia del diseño de móviles del chipset M1 es evidente.
Por otro lado, no encontramos por ninguna parte el chip de seguridad T2. ¿Por qué? Básicamente la compañía de la manzana mordida ha decidido integrarlo en el mismo chipset M1.
También es reseñable mencionar que las placas base de los modelos Air y Pro con el chipset M1 son diferentes, pero no se ha llegado a una conclusión por el momento del por qué.
En esta nueva generación, no han habido demasiados cambios como hemos podido comprobar al comparar los modelos M1 con los Intel. Esta es una jugada importante, ya que Apple corría el riesgo que cambiando demasiados componentes algo pudiera salir mal.
De esta forma, en la transición de la arquitectura x86 de Intel a la arquitectura ARM del chipset M1, solo cambia esta pieza de hardware con su respectiva adaptación del sistema operativo, macOS. Aún falta que los desarrolladores de terceros adapten sus programas a los nuevos portátiles de Apple, pero gracias a Rosetta 2, la espera se hace más corta.
Por último, te dejamos un vídeo del unboxing y primeras impresiones probando el MacBook Air con el chipset M1. Te adelanto que nos está dejando un buen sabor de boca pese a ser el primer producto de Apple que pruebo y tener que adentrase en el sistema operativo.
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